domingo, 20 de noviembre de 2011

Hirohiko Araki

Hirohiko Araki es uno de los dibujantes más importantes de Japón. Con esta primera frase podríamos zanjar el post. Hablamos de talento por encima del talento en una de las industrias 'tebeísticas' más importantes del mundo. Sobresalir de una forma tan espectacular está reservado a unos pocos genios.

Sus primeros intentos en el manga comercial fueron más o menos convencionales, compartiendo estilo y no pocos recursos visuales con otros grandes artistas de su generación, muy especialmente Tetsuo Hara (Hokuto no Ken) y Tsukasa Hojo (Cat's Eye o City Hunter). Tres nombres imprescindibles del cómic moderno japonés que encontraron su camino con obras realmente icónicas. Afortunadamente, la evolución artística de cada uno de ellos fue distinta, con un cada vez más preciosista, épico y detallado Hara, un hilarante pero siempre artísticamente impecable Hojo y un extravagantísimo Araki, cada vez más sensible al diseño en muchos sentidos. Sus colaboraciones artísticas con grandes firmas de moda no es casual. Sus personajes estrambóticos, retorcidos en poses inexplicables, su poco convencional uso del color y sus bizarros conceptos visuales han hecho de su estilo una reconocible e inimitable marca personal.

Hablar de Araki es imposible sin hacerlo de JoJo no Kimyo na Boken (JoJo's Bizarre Adventures), su obra más importante y la segunda más longeva publicada hasta el momento en la historia de Shueisha. Desde 1987 se han publicado siete sagas consecutivas de JoJo, con una octava iniciada este año. Hablamos de casi 25 años de trabajo ininterrumpido, más de 100 tomos y 20.000 páginas de precioso blanco y negro, conformando la práctica totalidad de la carrera de Araki, a pesar de sus obras anteriores, alguna de las cuales llegó a España en los inicios de la publicación manga por parte de editoriales como Planeta o Norma. Fue el caso de Baoh, una obra todavía prematura aunque publicada en diversos países.

Jotaro Kujo y Giorno Giovana junto a unas 'particulares' versiones de Kenshiro y Naruto...

La primera saga de JoJo (Phantom Blood) es en realidad una historia de enfrentamiento personal, ambición, venganza y... vampiros. "George Joestar es supuestamente salvado de un accidente en un carruaje por Darío Brando, un delincuente de poca monta. Cuando años más tarde éste muere, su hijo Dio acude a Joestar solicitando ayuda. George en deuda con Darío, decide adoptar a Dio como a un hijo propio. Desde ese momento, Dio decide hacer la vida imposible a Jonathan y heredar la fortuna de la familia Joestar. Sin embargo, sus planes se tuercen y acaba recurriendo casi de forma accidental a la Máscara de Piedra, un artefacto azteca que convierte a su portador en un vampiro inmortal".

Intentar abarcar el planteamiento de cada una de las siete sagas restantes daría suficiente juego como para escribir durante meses. Es preferible que el lector decida dar alguna oportunidad a esta gran obra. Baste decir que los protagonistas que se han ido sucediendo tienen algún tipo de vínculo con la familia Joestar o con el mismo Dio.

Con JoJo's Bizarre Adventures, Araki ha creado un micromundo en el que se siente cómodo y que le aporta la suficiente flexibilidad como para plantear sagas muy distintas a lo largo de los años, compartiendo determinados personajes y trasfondos, pero esencialmente elaborando historias distintas. En definitiva, puede hacer lo que le venga en gana, sin dejar de ser fiel a la historia y sin abandonar su obra más importante. A pesar de ello, los últimos arcos argumentales se han presentado al público con nombres propios, sin la mención habitual a JoJo.

Una buena muestra de la extravagancia de las últimas obras de Araki

No hace demasiado tiempo, leí en algunos foros que en un encuentro entre artistas japoneses y americanos, se debatía sobre la calidad de las publicaciones en oriente y occidente. Araki sostenía que los artistas japoneses se ven obligados a acabar en una semana lo que para un artista convencional norteamericano supondría el trabajo de un mes (cierto) y que en muchas ocasiones, el propio artista se ocupaba del guión, el lápiz y el entintado de la obra (también cierto), poniendo en evidencia las diferencias de rendimiento entre un mercado y otro.

La respuesta de sus colegas occidentales fue clara: los artistas norteamericanos no cuentan con equipos de asistentes, que en el caso de grandes obras japonesas pueden resultar ayudas constantes de equipos de entre tres y diez personas. Además, en América se edita en color por lo que la labor creativa a tres manos debe coordinarse de forma cuidadosa. Todo esto representó una anécdota sin importancia. Sin embargo, dicen las malas lenguas que Araki siempre se ha mostrado hostil hacia el mercado americano debido a la falta de éxito de JoJo por aquellos lares, una serie que él considera totalmente apta para el público estadounidense y no especialmente alejada del concepto de 'superhéroe'.

Desplantes a parte, nada de todo esto pone en duda la calidad de Araki y de su descomunal obra, tremendamente influyente para toda una generación de lectores y creadores recientes. Es una lástima que JoJo no haya tenido oportunidad de hacerse conocida en España, mientras que en países como Italia y Francia es considerada una obra capital. Desafortunadamente, no parece que esto vaya a cambiar, a menos que alguien decida publicar de forma directa una de las últimas sagas, ya que las primeras están lejos de los gustos de los jóvenes actuales y tratar de abarcar una serie tan larga desde sus comienzos, en un momento en el que apenas sobreviven grandes éxitos como Naruto o Bleach, parece complicado.

¿Alguna editorial valiente se atreve con las sagas Stone Ocean o Steel Ball Run?

Más información: Wikia de JoJo's Bizarre Adventures

R.

domingo, 6 de noviembre de 2011

Trío de ilustradores

Hace ya bastante tiempo que no recomendamos el trabajo de algún ilustrador, por lo que hemos decidido desquitarnos proponiendo a tres en un mismo post. Se trata de tres perfiles muy distintos, con un trabajo en ocasiones diametralmente opuesto, pero de gran calidad en todos los casos.

1. Calum Alexander Watt


El portafolio de Calum Alexander Watt es otra joya encontrada en el fantástico site Supersonic Electronic, del que hemos hablado otras veces. El trabajo más notable de este joven ilustrador británico se encuentra en la sección 'Concept' donde deja claro que lo suyo es el diseño de producción, con una espectacular muestra de diseño de personajes, props y vehículos. Antes de dedicarse puramente a la ilustración, trabajó como diseñador gráfico y se formó en cine. Todo ello de alguna manera evidente en su trabajo reciente. Actualmente trabaja como diseñador conceptual en una empresa dedicada al desarrollo de videojuegos en Brighton (UK). Un trabajo delicioso que podéis seguir a través de su blog, en el que encontraréis piezas que todavía no forman parte de su portafolio 'oficial' pero que os permitirán ver más sobre su forma de trabajar y sobre su día a día.

Más información: Alexander Watt

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2. Ryan Heshka


En determinados círculos, Heshka no necesita presentación, con una trayectoria ya abultada de exposiciones individuales y colectivas alrededor de América y Europa. Personalmente, admito haberlo descubierto gracias al gran trabajo de Amazon en lo que respecta a productos asociados a búsquedas y compras realizadas. Decidí adquirir el fantástico libro Welcome to Monster Town, gran ejemplo de todo lo que Heshka puede ofrecer como ilustrador: maravilloso color, simpatiquísimos y expresivos personajes y un aire pulp ultra-refrescante. Ryan es canadiense, aunque cuenta con representación internacional en Europa y Asia y centra gran parte de su actividad actual en el diseño de libros infantiles y la ilustración editorial.

Más información: Ryan Heshka

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3. Jan Feliks Kallwejt


Acabamos nuestra recomendación con el trabajo del polaco Jan Feliks Kallwejt, afincado en Barcelona desde hace un tiempo. Su trabajo se encuentra muy cerca de lo que podría considerar mis gustos personales en este momento, por lo que reconozco que es mi artista preferido en este post triple. Formas simples, planas, de colores llamativos, donde cada elemento de forma independiente no tiene más complejidad que la que debe tener como parte del total. Un gran trabajo compositivo y de síntesis formal que esperamos os guste.

Más información: Jan Feliks Kallwejt

R.