jueves, 28 de mayo de 2009
Una historia de vampiros...
Hace ya unos meses que os hablamos de A Vampyre Story, una aventura gráfica que finalmente fue publicada a finales del pasado año y que tardó pocos meses en contar con una edición subtitulada en castellano con diálogos originales en inglés.
En su momento, jugamos a la demo que ofrecieron sus creadores. Nos pareció fácil y corta pero dejaba entrever su calidad potencial. Ahora que lo hemos jugado en su totalidad, podemos juzgarlo como se merece. Hablamos sobre su argumento en nuestro anterior post, que podéis leer pulsando aquí.
Como dijimos en su momento, AVS es un proyecto de Bill Tiller, antiguo miembro de Lucas Arts que trabajó en importantes proyectos como The Curse of Monkey Island, una de las mejores aventuras gráficas de la historia. Allí, ocupó el cargo de artista especializado en fondos (memorables en el caso de The Curse). Cuando Tiller abandonó Lucas Arts con la idea de AVS en su cabeza, decidió buscar financiación para llevarla a cabo. Finalmente, el proyecto llegó a buen puerto, no sin haber pasado por una etapa de más de 5 años de accidentado desarrollo. Aunque durante un tiempo se le consideró un proyecto muerto y abandonado, la empresa alemana Crimson Cow acabó por aportar lo necesario para terminarlo en condiciones.
Podemos decir sin miedo que A Vampyre Story es una GRAN aventura gráfica. No se puede decir que sea extraordinaria desde un punto de vista técnico. A nivel visual está por encima de The Curse of Monkey Island, al que sigo considerando un juego precioso, pero que, no olvidemos, tiene más de 10 años. Sin embargo, no creo que un juego de este tipo necesite nada más que lo que ofrece AVS. Los fondos de los que hace gala son oscuros, bonitos, suaves, bien acabados, detallados, ricos y entrañables, siempre acompañados por una banda sonora realmente preciosa, obra del jovencísimo compositor portugués Pedro Macedo Camacho. Los personajes, a pesar de estar modelados de forma bastante simple, encajan con los fondos 2D sobre los que se mueven y el interface general es idéntico al empleado en su momento por aventuras como la mencionada The Curse of Monkey Island o FullThrottle (ScummVM).
El doblaje es bueno, pero hay que reconocer que no ayuda demasiado a dotar de carácter a algunos personajes que parecen desarrollados a medias, empezando por Mona, la protagonista, que aunque acaba siendo simpática, tiene un cierto punto irritante y un forzado acento francés que carga bastante. Aunque los diálogos están repletos de humor típicamente Lucas Arts, en ningún momento llega al nivel del peor Monkey Island, que era capaz de arrancar no sólo sonrisas, sino carcajadas. Sé que puede parecer injusto comparar AVS con los juegos de Lucas, pero no parece que Tiller&co hayan querido abandonar la estela de dichos juegos, sino todo lo contrario, apropiándose de casi todo aquello que los hizo populares y añadiendo algunos aspectos interesantes, como guardar 'ideas' en el inventario, para usarlas cuando sea oportuno.
La crítica más extendida hacia A Vampyre Story es su duración. Cuando terminamos el juego se nos escapó un '¿ya se ha acabado el primer capítulo del juego?' No, señores. Se había acabado el juego en su totalidad, y con un final precipitado e insatisfactorio que enlaza claramente con su segunda parte, ya en producción, pero que no recompensa en absoluto a los jugadores que han dado una oportunidad al juego. A pesar de sus pequeños errores y su corto desarrollo, AVS ha recibido premios y buenas críticas por todas partes y algo nos dice que está destinado a inaugurar una nueva saga de exitosas aventuras gráficas que pueden acabar generando un pequeño culto con el tiempo. Ojalá sea así.
Más información: A Vampyre Story
R&Mc
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