Hace poco, un amigo nos habló de Lytro, un nuevo producto en forma de cámara fotográfica tubular, que casi recuerda a aquellos pequeños visores de diapositivas antiguas, salvo por el hecho de que, teóricamente, es la primera cámara comercializada del mundo que presenta el concepto de luz de campo ('campo de luz' según otras fuentes).
Lo cierto es que su diseño inicial, su website y el fantástico material
gráfico preparado para su presentación, me hicieron pensar en el tipo de estrategia
comercial llevada a cabo por los creadores de Harinezumi, con un aparato
endeble, frágil y de prestaciones finalmente discutibles, envuelto en
una presentación de primera categoría y un halo de lo más 'cool',
altamente dirigible a un público particular. Sin embargo, al indagar un poco, vemos que la carcasa de la cámara es de
aluminio anodizado, que dispone de una pantalla táctil de 1,5 pulgadas y que su estructura interna parece tener detrás un
desarrollo técnico decente, unido a unas prestaciones (bien ejemplificadas) que francamente generan curiosidad.
Lytro está llamada a revolucionar la fotografía, a pesar del escepticismo que inevitablemente desata en un primer momento. Esencialmente, la cámara recoge más información que un negativo digital estándar, almacenando 11 millones de rayos de luz y recogiendo la dirección de los mismos. Todo con un simple botón, pues siendo imágenes de enfoque variable, determinados conceptos fotográficos esenciales parecen perder importancia, permitiendo enfocar y manipular una fotografía a posteriori, partiendo de la información capturada 'en bruto'.
Tras esto, surgen dos dudas principales: 1) qué clase de archivo digital genera cada instantánea y 2) cuánto tamaño ocupa un archivo que supuestamente almacena tal cantidad de información. Pues bien, tienen respuestas para todo. En primer lugar, el archivo generado es lógicamente propio y original, pero totalmente compatible con navegadores actuales, dispositivos móviles, tablets, etc, sin necesidad de un software adicional. Claro ejemplo son las fotografías expuestas en su blog, usando la tecnología descrita. El soft propio de Lytro es, de momento, exclusivo para Mac OS X.
Respecto a la segunda cuestión, más innovación como respuesta. Ya no hablamos de Megapíxels sino de Megarays como unidad. Haciendo equivalencias, podremos capturar entre 300 y 700 instantáneas, dependiendo del modelo escogido.
Desde el website, podéis acceder a un documento de lo más enriquecedor, escrito por el CEO de la compañía responsable de Lytro. En realidad es toda una tesis doctoral de algo menos de 300 páginas, exponiendo el concepto general de la cámara y que fue aceptada como tesis final en la Universidad de Stanford. El documento es riguroso y está realmente bien escrito, pero se trata de una lectura basada en ciencia óptica, considerablemente compleja, por lo que requiere paciencia y dedicación.
Sus creadores afirman que en pocos meses se podrán captar imágenes 3D, ofreciendo desde una misma instantánea diferentes puntos de vista*, a lo Rick Deckard manipulando imágenes en Blade Runner. Cuánto me habré reído de semejante concepto al verlo en películas de todo tipo.
¿Quién se atreve a gastarse 400€ en probarla?
*¿Alguien podría decirme de qué forma se relaciona este concepto con el de cámara plenóptica?
Más información: Lytro
R.
2 comentarios:
Yo no me atrevo, me espero a las rebajas :-).
Muy curiosa,no la conocía.
Creo que yo tampoco me atrevo :-) Demasiado dinero y no tengo claro que fuese a usarla demasiado realmente. En todo caso, interesante.
R.
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