Para las nuevas generaciones de jugadores de videojuegos, el nombre de Tim Schafer y los proyectos que creó o co-creó en su momento son absolutamente desconocidos. Para generaciones anteriores como la mía, puede que tan solo su nombre lo sea. Para fans de las aventuras gráficas, no es necesario explicar de quién hablamos.
Como he comentado en otras ocasiones, las aventuras gráficas fueron mi género favorito durante mucho tiempo. Prácticamente eran lo único que jugaba en un PC. Juegos con alma, con algo que contarte, con ganas de presentar y desarrollar personajes de verdad, hacerte partícipe de sus aventuras y darte más de uno y más de dos quebraderos de cabeza para finalmente, tras completar el juego, dejarte con la sensación de haber hecho algo realmente épico. Desde el Maniac Mansion original, pasando por los juegos de Indiana Jones y todos los grandes clásicos de LucasArts (las aventuras de Sierra nunca me gustaron): Monkey Island, Day of the Tentacle, The Dig, Full Throttle, Sam & Max, Grim Fandango, etc, etc. Admito también que actualmente me aburren, pero sigo respetándolas con infantil devoción.
El caso es que Tim Schafer ha estado involucrado en muchos de los juegos mencionados de forma intensa, cosa que lo convierte en una de las mayores figuras del género a nivel mundial (con permiso de Ron Gilbert). Punto. Desde hace unos años, Schafer es director de la empresa Double Fine, situada en San Francisco y responsables de algunos juegos celebrados en los últimos años como Brutal Legends o Psychonauts.
Tal y como nos cuenta Schafer en el vídeo referenciado en este post, un día se despertó pensando que tal vez sería una buena idea desempolvar el género que le dio fama y crear una aventura gráfica grande, compleja, memorable, como las de antaño. Pero resulta que la industria general actual (al menos la industria controlada por las grandes compañías, al margen del desarrollo indie) no está más que por lo que está: ganar tanto dinero como sea posible tirando de sagas rentables o géneros en boga, léase licencias deportivas, Call-of-Duties o similares.
Así que harto de obtener un NO por respuesta, Schafer decidió recurrir a la popular web de crowdfunding Kickstarter para presentar sus intenciones (que no la idea del proyecto de forma concreta), solicitando 400.000$ con una inversión mínima de 15$ por contribuyente. Objetivo a cumplir en escasas semanas. Menos de 24h después, Schafer tenía en sus manos más de un millón de dólares aportado por fans de las aventuras tradicionales, deseosos de que se pusiese a trabajar lo antes posible.
A día de hoy, Double Fine, con Tim a la cabeza, dispone ya de más de 1.700.000$ para hacer realidad los sueños de muchos jugadores, que vuelven a demostrar que otro modelo es posible. ¿Qué harán con todo lo recaudado de forma adicional? De momento, intentar llevar el juego a todas las plataformas posibles. Y veremos qué más se nos ofrece :-) Todavía quedan 28 días para cerrar el proyecto, así que estáis a tiempo de colaborar si os apetece. Double Fine se ha fijado una fecha para el lanzamiento del juego resultante: octubre/noviembre de 2012. Sinceramente, me parece muy optimista. Especialmente porque es posible que los planes de Schafer hayan cambiado tras este éxito y ahora se plantee un proyecto más completo y exigente (y por tanto más largo). Estemos atentos. Sabed que aquellos que colaboréis con el proyecto, tendréis acceso permanente a un site desde el que podréis ver, semana a semana, la evolución del juego y ser testigos de cómo toma forma paulatinamente. Los fans de las aventuras tienen mucho que celebrar. ¡Larga vida a las aventuras gráficas!
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Actualización: En su último vídeo publicado, Schafer agradece la acogida del proyecto y ha confirmado que su nuevo juego estará disponible para Windows, Mac OS, Linux, iOS y Android. Además, confirma doblaje profesional en inglés, alemán, francés, italiano y español. Más buenas noticias.
Más información: Proyecto en Kickstarter / Web de Double Fine
R.
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