lunes, 23 de junio de 2008

Yuzo Koshiro


Sería difícil escoger a un único compositor musical relevante de todos los que se dedican al cine o la televisión. Demasiados.

Pero si hablamos de videojuegos el cerco se estrecha y, posiblemente, el nombre de Yuzo Koshiro vendría a la mente de muchos. Hoy en día, los videojuegos son producciones de tan alto nivel, que la inversión musical de cada proyecto es inmensa y, naturalmente, cada vez son más (y mejores) los profesionales implicados en proyectos de este tipo. Sin embargo, el mérito de Yuzo Koshiro radica en que sus composiciones destacaban sobremanera en momentos en los que la música en los videojuegos estaba en pañales e iba ligada a forzosos conocimientos de programación.

Yuzo, nacido en Tokyo, era todo un niño prodigio. Aprendió a tocar el piano con 3 años, el violín con 5, y el violoncello con 12. Su madre, músico profesional, inició a su hijo en las grandes composiciones clásicas, y a los 10, Joe Hisaishi (leyenda en japón, y autor de la mayor parte de las bandas sonoras para el Studio Ghibli) se encargó de su formación musical durante 3 años.

Desde muy joven, Yuzo (que ahora cuenta con 40 años) se interesó por los videojuegos. En los 80 entró en Falcom e inició su carrera profesional con brillantez, creando la banda sonora de Ys. Sin embargo, dio varios saltos a diferentes compañías (Enix, Namco, Sega, Konami...), tratando de conservar sus derechos de autor y el reconocimiento que sin duda merecía. Desde entonces, basó su trabajo en un único propósito: dignificar la música de los videojuegos. Y podéis apostar a que lo consiguió.

Recuerdo perfectamente algunos de los trabajos más destacados de Koshiro, con juegos como Streets of Rage (muy especialmente la segunda parte), que incluso en plataformas tan básicas como Master System, era capaz de brillar. Recordemos que la música de las consolas de 8 bits era lo que era: un montón de sonidillos más o menos conexos, pero en general ultra-limitados. Sin embargo, Yuzo era capaz de exprimir las posibilidades de cada plataforma al 120%.

El primer juego que compré para mi Super Nintendo fue Super Adventure Island, un juego de plataformas simpático y colorista de Hudson Soft, no especialmente original, pero que contaba con la música de Yuzo Koshiro. ¡Y qué música! Ritmos tropicales mezclados con otros más elegantes y oscuros, pero siempre excelentes. Pocos juegos de Super Nintendo llegaron a ese nivel en términos musicales. Yuzo había encontrado en el novísimo chip de sonido de Super Nintendo una base segura para crear a su antojo. Cuesta creer que se trate de un soporte pre-CD.

Sobre el año 93 compré de importación el videojuego ActRaiser, una mezcla de plataformas de acción tipo Castlevania con niveles de creación de mundos a lo Populous. La banda sonora es, probablemente, junto a la de Streets of Rage II, el mayor shock musical en términos videojueguísticos que he 'sufrido'. Hasta cruzarme con Yuzo Koshiro, no había contemplado la posibilidad de que una banda sonora condicionase mi interés, e incluso la compra de determinados juegos. Me doy cuenta de que en el año 91, cuando creó la música de los proyectos comentados, Yuzo tenía apenas 24 años... :-O Al parecer, tuvo que sacarse de la manga diferentes trucos de programación (pioneros) para conseguir condensar tales composiciones en los límites de memoria de las plataformas de entonces.

Aunque su época dorada fue la etapa 16-bits, a día de hoy Koshiro sigue trabajando en proyectos de actualidad de gran nivel a través de la compañía japonesa Ancient, aportando su enorme talento sin imponerse limitaciones, en labores de composición, diseño de sonido, producción y dirección para plataformas de nueva generación. Su trabajo ha tocado todo tipo de géneros a lo largo de diferentes 'eras' del sector. No es difícil encontrar en internet descargas de algunos de sus temas clásicos. Y por supuesto, os recomiendo usar un emulador de Super Nintendo o Mega Drive, fácilmente localizables, y disfrutar de aquellas maravillas de antaño que aún soy capaz de tararear y que probablemente serán recordadas durante décadas. Una figura mítica en la historia de los videojuegos, a pesar de su juventud.

Más información: Ficha en Square-Enix / Yuzo DataBase

R.

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