lunes, 4 de agosto de 2008
Legacy of Kain
Legacy of Kain: una saga de videojuegos bastante longeva y muy interesante. El origen de la misma se remonta a Blood Omen (1996), el primer capítulo de los 5 que se han creado hasta el momento. Personalmente, conocí la saga con el segundo capítulo por orden de publicación: Soul Reaver (1999). Y digo por orden de publicación porque capítulos como Blood Omen 2 son precuelas que se situan cronológicamente por delante de Soul Reaver, aunque tras desventuras espacio-temporales, al final cuesta un poco tener una visión clara de los acontecimientos generales.
La saga narra la historia de sus dos personajes principales: Kain y Raziel. Kain, el protagonista que da nombre al título, formaba parte de la nobleza de Nosgoth, hasta que fue asesinado y traído de vuelta al mundo en forma de vampiro por el nigromante Mortanius, mediante el corazón del antiquísimo vampiro Janos Audron. Kain, poderoso y despótico, se enfrenta a acontecimientos y decisiones que acaban sentenciando el futuro (y en cierta manera, el pasado y el presente) de Nosgoth.
Por otra parte, tenemos a Raziel, mi personaje favorito de la saga. Un antiguo y destacado guerrero Sarafan que, tras su muerte, fue convertido en vampiro por el propio Kain, convirtiéndose en el primero de sus comandantes y el más poderoso de sus hijos. Sin embargo, cuando Raziel evolucionó antes que Kain, desarrollando unas alas que lo acercaban más a los vampiros originales, su maestro, supuestamente por celos, arrojó a Raziel al lago de los muertos, tras arrancarle sus alas. Allí, se disolvió durante siglos, hasta que un Dios sin nombre lo rescató, convirtiéndolo en un devorador de almas a su servicio. De esta manera, Raziel, con su antiguo cuerpo destrozado y con su nueva sed de almas, ganó la habilidad de moverse entre el mundo espectral y el plano físico a placer.
Me atrevería a decir que Soul Reaver fue el verdadero detonante del éxito de Legacy of Kain. Con su llegada a PSX (y otras plataformas, como el PC) potenció el interés por la saga que había comenzado con el excelente Blood Omen. Tal vez no sea una saga tan en boca de todos, como puede serlo ahora Metal Gear, Final Fantasy, GTA, etc, pero si Eidos ha podido producir 5 capítulos consecutivos, es porque realmente hay una pequeña legión de seguidores que siguen de cerca las aventuras de Kain y Raziel, que realmente acabaron con Legacy of Kain: Defiance (2003), el quinto capítulo, pero que todavía guarda secretos y cabos por atar que podrían desencadenar la producción de una nueva parte.
La razón de esta pasión por la saga es su fabulosa historia y sus carismáticos personajes. La trama ha dado saltos en el tiempo, creando paradojas que se convierten en diferentes líneas temporales repletas de complejos acontecimientos paralelos por los que han desfilado algunos personajes realmente interesantes, como Umah, Vorador, Moebius, Ariel y un larguísimo etcétera.
Al principio, no me convenció el concepto general del juego y la visión del vampirismo que presenta. Pero cuando nos olvidamos de nuestros propios referentes, vemos el valor que tiene, al utilizar una mitología propia y bastante distanciada de casi todo lo que podemos ver dentro del género. Los vampiros de LoK son una raza única y poderosa. De piel azul verdosa, potentes garras, grandes alas negras y extraños poderes. En su eterna batalla contra los Hylden, otra raza de criaturas sobrehumanas, los vampiros fueron condenados con la inmortalidad y la esterilidad, con lo que para sobrevivir, se vieron forzados a conceder el don del vampirismo a seres humanos, siendo Vorador el primero de ellos. Al ser inmortales, sus almas no podían incluirse en la rueda de la vida, con lo que el antiguo Dios sin Nombre no podía alimentarse ni de ellos ni de su progenie otrora mortal. De esta manera, el Dios mueve a sus peones a través del tiempo y el espacio para eliminar a la raza de los vampiros en una enorme historia que se pliega sobre sí misma y que está llena de acontecimientos dramáticos y apasionantes.
LoK empezó siendo un juego de rol con acción en tiempo real, para convertirse desde Soul Reaver en un juego de acción 3D con partes de plataformas y resolución de puzzles. En términos de sistema de combate, Defiance alcanzó su nivel máximo, con estrategias y movimientos más elaborados, de gran espectacularidad. No sabría decir qué capítulo es más interesante, pero tal vez me quedo con Soul Reaver, aunque Defiance tiene a su favor el hecho de ser el más evolucionado tecnológicamente y el que acaba por cerrar toda la historia, pudiendo jugar en un mismo título con los dos protagonistas principales en capítulos consecutivos. Sin embargo, es necesario jugarlos todos para no dejarse por el camino a personajes que realmente valen mucho la pena (adoro a Magnus...).
Podréis encontrar mucho material sobre LoK en internet, pero debo recomendaros de forma especial la web Legado de Kain(.net), creada por Alfonso Ruzafa, y que considero una de las mejores webs que haya visto jamás entorno a un videojuego (o saga). Realizada con muchísimo gusto y pasión y además, realmente bien programada (Alfonso es desarrollador web). Allí, más que guías, trucos o screenshots, encontraréis todo un templo a la historia y los personajes del juego, verdadero motor del proyecto. Crónicas oscuras, una completa enciclopedia, partidas guardadas, extras... por no hablar del proyecto personal de Legado de Kain (aparentemente paralizado por la falta de financiación) para tratar de doblar profesionalmente al español la primera parte de LoK: Blood Omen.
Espero que Legado de Kain os sirva como empujón para haceros con cualquiera de los capítulos de la saga (o todos ellos), porque realmente os deportarán muchas horas de diversión.
Más información: Legado de Kain.
R.
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