Tras cuatro años de silencio, Tiamat vuelven con The Scarred People, su décimo álbum de estudio tras el satisfactorio Amanethes (2008) que, aunque no logró acercarse a sus mejores obras, sí dejó patente un ligero cambio de rumbo, recuperando por momentos el sonido más duro de sus últimos diez años de carrera.
Las primeras noticias sobre The Scarred People parecían apuntar hacia un disco más atmosférico, cercano al Doom Metal que los hizo famosos con obras como Wildhoney (1994) o A Deeper Kind of Slumber (1997, definitivamente mi favorito). Sin embargo, dos noticias previas al lanzamiento del disco hacían presagiar algo distinto. En primer lugar, tras descubrir la lista definitiva de temas, encontramos Thunder and Lighting, un tema que Johan Edlund compuso realmente para su proyecto en solitario, Lucyfire, y que junto a Black Gold suponían el regreso de la faceta más rock del músico sueco.
El hecho de que formase parte de una selección de diez temas (si descontamos bonus tracks entre los que se encuentran las versiones en directo de temas de 2005 como Divided o Cain), hacía presagiar una falta de ideas inquietante. No fue menos sospechosa la presentación del álbum a través del vídeoclip del tema The Scarred People, claramente más cercano a Judas Christ que a Clouds, por nombrar dos discos suficientemente dispares. Buena producción, pero con un carácter cercano al rock gótico.
Algunos críticos que tuvieron la oportunidad de escuchar el disco en primicia, ya advirtieron que el arranque del disco (con el tema The Scarred People) era, curiosamente, lo más flojo del disco. Extraño que lo usasen como reclamo comercial. Una vez escuchado el disco íntegramente, efectivamente podemos decir que The Scarred People es mucho más que Thunder and Lighting o su tema de cabecera.
Su segundo tema, Winter Dawn, da un salto considerable respecto a The Scarred People, tendencia que se hace más evidente al llegar a 384EKteis, recuperando algunas texturas musicales que flotan alrededor del doom. Es a partir de este tema cuando empezamos a tener la sensación de que definitivamente The Scarred People es un disco inspirado. Sin embargo, el resto de temas parecen fluctuar entre aquellos que bien podrían haber formado parte de Prey (Radiant Star o The Sun Also Rises...) o aquellos que revisitan etapas como la de Skeleton Skeletron o Judas Christ (Messinian Letter o Thunder & Lighting, p.e.), acompañados de un cierre fantástico, aunque breve, con los temas Tiznit y The Red of the Morning Sun. El resultado es un álbum con un carácter general algo irregular.
Es justo decir que Tiamat no ha regresado al Doom Metal que prometía pero tampoco da pasos atrás. The Scarred People podría ser definido como una continuación de Amanethes, sin ánimos rupturistas, con momentos excitantes y memorables pero que, en mi humilde opinión, no llega a ganar un status privilegiado dentro de la discografía de la banda sueca.
Roger Öjersson, antiguo miembro de Kamchatka, se ha unido a Tiamat como guitarrista principal, cubriendo la ausencia de Thomas Wyreson, definitivamente retirado como músico profesional. Öjersson ha sido una elección curiosa, llegado de una banda de blues rock, pero su aportación tanto vocal como instrumental ha sido notable en temas como Winter Dawn.
Quizás The Scarred People no sea exactamente lo que antiguos fans esperaban, pero siempre nos quedarán maravillas por las que Tiamat serán recordados, independientemente de lo que el futuro les depare. Larga vida a Hellslaughter y sus colegas.
Más información: Fanpage de Tiamat en FB / The Scarred People en Napalm Records
R.
No hay comentarios:
Publicar un comentario